Para un futuro sostenible, las organizaciones necesitarán contar con desarrollos de nueva infraestructura digital que maximice la eficiencia energética en sus operaciones. El rol del nearshoring.
La conectividad se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo social y económico. Sin embargo, el creciente consumo de energía asociado a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) plantea un desafío crucial: cómo garantizar un crecimiento tecnológico sostenible.
Según el Banco Mundial, en los últimos diez años la economía digital ha crecido más del doble de rápido que las actividades económicas del “mundo físico”, representando más del 15% del PIB global.
En este escenario, la conectividad tiene un rol protagónico. Las empresas están siendo cada vez más demandadas por sus consumidores, inversores y empleados para que adopten prácticas que minimicen su impacto ambiental y social. En el sector de las telecomunicaciones, esta tendencia se manifiesta en una creciente demanda de servicios y productos sostenibles.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas han establecido una hoja de ruta clara para un futuro más sostenible. En particular, el ODS 9, que busca construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación, es directamente relevante para el sector de las telecomunicaciones.
No por casualidad, la Responsabilidad Empresaria y el uso eficiente de las tecnologías ocupan varios de los puestos entre las principales tendencias tecnológicas para 2025 que elaboró la consultora Gartner.
Entre las prioridades del próximo año, será responsabilidad de las organizaciones diseñar plataformas de gobernanza de IA para crear, gestionar y aplicar políticas para un uso responsable de la IA, explicar su funcionamiento, regular su ciclo de vida y ofrecer transparencia para fomentar confianza y responsabilidad.
Otra de las tendencias es la Computación energéticamente eficiente: este enfoque busca aumentar la sostenibilidad mediante una arquitectura, código y algoritmos más eficientes, hardware optimizado para la eficiencia, y el uso de energías renovables para el funcionamiento de los sistemas.
Al mismo tiempo, la consultora introduce el concepto de Inteligencia ambiental invisible: una tecnología integrada de manera discreta en el entorno para ofrecer una experiencia más natural e intuitiva. Esto le permitiría a las empresas el seguimiento y la detección de objetos en tiempo real y a bajo costo, mejorando la visibilidad y eficiencia, con potencial para garantizar una procedencia genuina y permitir que los objetos informen sobre su identidad, historial y propiedades.
Las innovaciones actuales, especialmente en IA, requieren procesar grandes cantidades de información, lo que implica un gran consumo de electricidad. Se estima que la tecnología de IA podría llegar a consumir tanta electricidad como Irlanda en un año.
La tecnología digital puede ser una poderosa herramienta para promover la sostenibilidad. Los sensores conectados, el análisis de datos y la inteligencia artificial permiten optimizar el uso de recursos, reducir el consumo energético y monitorear el impacto ambiental de las actividades productivas.
Actualmente, se estima que los Data Centers representan entre el 1 y el 1.3% del consumo global de electricidad y, según la Agencia Internacional de Energía (IEA), su gasto eléctrico podría alcanzar los 1000 TWh para 2026. Este volumen equivale al consumo anual de electricidad de Japón.
Por cierto, buena parte del desarrollo de nueva infraestructura digital en la región está impulsado por el nearshoring, con los Data Centers como pieza clave. Estas instalaciones son vitales para la implementación de innovaciones tecnológicas como Inteligencia Artificial (IA), Edge Computing, nubes, analítica e Internet de las Cosas.
El nearshoring busca reducir las distancias y los tiempos de transporte, lo que a su vez disminuye la huella de carbono asociada a la logística. Al acortar las cadenas de suministro, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte. Además, permite un mayor control sobre las condiciones laborales y ambientales de las plantas productivas, lo que facilita la implementación de prácticas sostenibles.
Como se puede notar, la conectividad digital es fundamental para el éxito del nearshoring. Las redes de comunicación robustas permiten la colaboración en tiempo real entre equipos ubicados en diferentes países, facilitando la gestión de las operaciones y la integración de las cadenas de suministro.
Para todo ellos se necesita conectividad, algo en lo que somos expertos en MCM Telecom. Como líderes en transformación, contando con una red de fibra óptica que abarca más de 500 ubicaciones solo en México los Edge Data Centers están revolucionando la forma en que accedemos rápidamente a la información y contenidos en diversas industrias.
El nearshoring sostenible, aunque prometedor, enfrenta diversos desafíos. Uno de los principales es la falta de infraestructura digital robusta en muchas regiones, lo que limita la implementación de soluciones tecnológicas para la sostenibilidad.
Sin embargo, el nearshoring sostenible ofrece numerosas oportunidades. Una de ellas es la estimulación de la innovación en soluciones tecnológicas sostenibles. El nearshoring puede impulsar la creación de nuevas tecnologías y procesos que contribuyan a la preservación del medio ambiente.
Al mismo tiempo, representa una oportunidad para generar crecimiento económico y empleo en las regiones receptoras de inversión, siempre y cuando se priorice el desarrollo sostenible.
Para el desarrollo en la región de una conectividad sostenible, será vital que las soluciones energéticas incluyan visiones sustentables. Las organizaciones demandan proveedores de Data Centers con programas para el uso responsable de la energía eléctrica.
Otra pieza clave de esa estrategia es sumar el compromiso de autoridades, reguladores, academia y demás actores para fomentar el uso de energías renovables. Adoptar una visión de sustentabilidad no solo ayudará a enfrentar desafíos energéticos, sino que también hará a la industria más atractiva para empresas globales que buscan prácticas sustentables en sus operaciones.