Existen diferentes tipos de firewalls, pero en este artículo nos centraremos en dos tipos de implmenetaciones: el firewall tradicional on-premises y el firewall en la nube. Analizaremos sus diferencias clave y cómo elegir el más adecuado para las necesidades de su empresa.
La evolución digital ha traído consigo innumerables beneficios, pero también ha aumentado los riesgos de seguridad. A medida que la tecnología avanza, los atacantes encuentran nuevas formas de hackear soluciones digitales y robar información confidencial. Para mitigar estos riesgos, es fundamental contar con herramientas de seguridad informática (infosec) que brinden la mejor protección para los activos digitales y las operaciones en las instalaciones. En este contexto, los firewalls se han convertido en la solución de seguridad más sólida para las operaciones digitales y protección contra amenazas.
Un firewall actúa como la primera línea de defensa contra cualquier tipo de violación de seguridad que pueda ocurrir debido a vulnerabilidades en la red. Una vez instalado, el firewall crea una barrera entre su red y las redes externas. Cada paquete de datos que ingresa a su red debe pasar por el programa de protección del firewall para obtener acceso seguro al sistema.
Existen diferentes tipos de firewalls, pero en este artículo nos centraremos en dos tipos de implmenetaciones: el firewall tradicional on-premises y el firewall en la nube. Analizaremos sus diferencias clave y cómo elegir el más adecuado para las necesidades de su empresa.
El firewall tradicional puede ser un programa de software, un dispositivo hardware o una combinación de ambos que ofrece seguridad a nivel organizacional. Estos firewalls se instalan en las instalaciones y pueden funcionar junto con otros protocolos de seguridad para proteger las computadoras, estaciones de trabajo y otros dispositivos conectados al router de la empresa.
El firewall tradicional verifica la dirección de origen y destino de la aplicación que solicita acceso a su red. Verifica el número de puerto, la dirección IP y el contenido del sitio web para determinar su seguridad. El firewall realiza esta verificación mediante la comparación de los datos con los protocolos de seguridad preconfigurados.
Algunos firewalls tradicionales están equipados con funcionalidades avanzadas, como el filtrado dinámico, bloqueo de aplicaciones, antivirus, antispam, IPS, IDS, VPNs; mismas que en su conjunto definen a un NGFW. Sin embargo, el nivel de disponibilidad que obtiene de un firewall tradicional puede ser limitado y podría requerir configuraciones complejas y mantenimiento constante. Además una implmentación de este tipo, requiere la instalación de hardware en cada uno de las localidades a proteger.
Con el traslado de las operaciones empresariales a la nube, usuarios remotos y apertura demás puntos de presencia; surge la necesidad de una protección avanzada contra las amenazas digitales. Un firewall en la nube cumple el mismo propósito que un firewall tradicional: proteger su red de ataques. Sin embargo, a diferencia de un firewall tradicional, se implementa en la nube.
Los firewalls en la nube se sitúan fuera de sus oficinas, en la infraestructura de un proveedor. Verificando todas las redes externas con los protocolos de seguridad antes de otorgarles acceso a su sistema. Si el firewall detecta código malicioso o un intento de violación de seguridad, como una dirección IP bloqueada intentando acceder a sus datos, intento de acceso a aplicaciones no permitidas, paquetes malformados; serán bloqueados de inmediato.
Tanto los firewalls en la nube como los firewalls tradicionales ofrecen protección de red y ciberseguridad para las redes internas y externas de su organización. Sin embargo, hay diferencias sustanciales que pueden influir en la elección entre uno y otro, especialmente en un mundo cada vez más digitalizado. Aquí están las 5 diferencias comunes entre un firewall en la nube y un firewall tradicional:
1. Seguridad:
Los firewalls en la nube ofrecen todas las funcionalidades de un firewall on-premises, pero desde una infraestructura multitenant con muchos más recursos y desempeño. Típicamente implementan túneles de tráfico previo a su limpieza y exposición hacia redes públicas. Su administración por parte del proveedor requiere de autenticación de dos factores y otras herramientas de seguridad avanzadas que aseguran una protección robusta contra accesos no autorizados y tráfico malicioso.
2. Implementación:
La implementación de firewalls en la nube es realizada por parte del proveedor y no requiere de configuraciones en las instalaciones, lo cual es ideal para empresas que han trasladado todas sus operaciones a la nube o que tienen presencia en varias localidades.
3. Mantenimiento:
Los firewalls en la nube son mantenidos y actualizados por el proveedor, lo que reduce significativamente la carga de trabajo y la necesidad de conocimientos técnicos por parte del cliente.
4. Escalabilidad:
La escalabilidad es una ventaja significativa de los firewalls en la nube. Pueden adaptarse fácilmente al crecimiento de la empresa, sin necesidad de invertir en hardware adicional. Generalmente son servidos desde máquinas virtuales capaces de crecer en recursos conforme a la demanda.
5. Flexibilidad:
Los firewalls en la nube ofrecen una mayor flexibilidad y personalización para adaptarse a las necesidades específicas y al entorno de la empresa, permitiendo implmentar modernas formas de trabajo y ofrecer protección heterogénea a nivel organización. Una gestión de la seguridad más eficiente y centrada.
La protección con firewall con funcionalidades de UTM y NGFW (Next Generation Firewall) son fundamentales para garantizar la seguridad de las operaciones digitales de cualquier organización. Los firewalls en la nube, como nuestra solución Cloud Firewall, proporcionan una protección avanzada sin la necesidad de hardware físico ni configuraciones complejas. Además, con Cloud Firewall, la redundancia y el mantenimiento son manejados por expertos certificados en MCM Telecom, asegurando que los clientes no tengan que preocuparse por la obsolescencia tecnológica ni por la gestión del sistema, permitiendo así una protección segura y confiable para todas las localidades de la organización, incluyendo sus servicios en las nubes como AWS, Azure y Google Cloud.