Las fintech son un gran eslabón del sector financiero mexicano. Descubre cómo la conectividad está impulsando nuevas soluciones y democratizando el acceso a este tipo de servicios.
México se encuentra en una etapa de plena revolución financiera, impulsada en gran medida por la irrupción de las fintech. Estas empresas, nativas digitales, están transformando la forma en que los mexicanos interactúan con el dinero. La conectividad, cada vez más rápida y accesible, es el catalizador de esta transformación, y permite el desarrollo de servicios financieros innovadores hasta hace poco impensables.
Según el cuarto informe de la serie fintech en América Latina y el Caribe del BID, Brasil, México y Colombia agrupan el 57% del total de empresas en la región. Brasil es el país de la región con el mayor número de emprendimientos fintech, 24% del total. Le siguen México con 20%, Colombia con 13%, y Argentina y Chile con 10% cada uno.
Buena parte del posicionamiento mexicano se explica por las tasas de conectividad a nivel local. Según los últimos datos disponibles de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) que difunde el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), 68,5 % de los hogares en México cuenta con acceso a internet (25.8 millones de hogares), y 97 % de las personas usuarias utilizó un smartphone como medio más frecuente para conectarse a la red.
Esos números hicieron posible que el Valor Agregado Bruto del Comercio Electrónico (VABCOEL) del país en los últimos cuatro años – pandemia mediante- pasará de 4.2 % en el PIB a 5.9 % para 2023.
En base a estos indicadores, es evidente que el ecosistema fintech mexicano se consolida como un motor clave para la innovación y el crecimiento económico de la región, pero también para la inclusión financiera y la accesibilidad a los servicios financieros de millones de personas y pequeños negocios.
De acuerdo al relevamiento anual de la industria Fintech mexicana que realiza la firma de capital de riesgo Finovista en colaboración con Visa, el ecosistema ha tenido un crecimiento compuesto en el periodo de 2019 a 2023 del 18,4%.
Según el reporte, en 2024 el ecosistema Fintech mexicano cuenta con un total de 773 emprendimientos locales, lo que supone un 18,9% más que los observados en 2022.
Del relevamiento surge también que 13,9% de las fintech de México ofrece productos de ahorro con una tasa promedio del 12,9%, llegando en algunos casos particulares a ser hasta el 17%.
Por otro lado, 44,6% de los productos y servicios Fintech están dirigidos a personas y empresas con poca o ninguna bancarización, manteniendo una tendencia constante —similar a reportes anteriores— a incrementar la inclusión financiera de segmentos poco incluidos hasta el momento.
Aún con una brecha digital importante del sur en relación con el resto del país, el crecimiento de la conectividad en México permitió a las Fintech ofrecer servicios financieros a un amplio segmento de la población que no tiene acceso a servicios bancarios tradicionales.
Ahora que el mercado comienza a mostrar síntomas de haber alcanzado la madurez, entran en escena las nuevas tecnologías como el uso de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático en el sector fintech que están revolucionando al sector financiero.
Estas tecnologías están siendo utilizadas para mejorar la personalización de los servicios financieros, detectar fraudes y optimizar la toma de decisiones crediticias. Por ejemplo, algunas fintech en México están utilizando IA para analizar el comportamiento financiero de los usuarios y ofrecer productos personalizados que se ajusten a sus necesidades específicas. Esta capacidad de personalización es posible gracias a la gran cantidad de datos generados por la conectividad y el uso de dispositivos móviles.
De acuerdo a un relevamiento de la plataforma B2B Finnovating, la inteligencia artificial (IA) lidera con un 14% de las empresas utilizando esta tecnología. Otras tecnologías en juego incluyen Big Data y APIs, ambas empleadas por un 14% y un 21% de startups, respectivamente. Además, el 9% de las empresas incorpora blockchain para garantizar transferencias de datos seguras y descentralizadas.
El blockchain es otra tecnología emergente que ofrece una mayor transparencia y seguridad en las transacciones financieras, lo que es especialmente importante en un país donde la confianza en el sistema financiero tradicional ha sido históricamente baja.
Aún queda camino por recorrer y la falta de infraestructura de telecomunicaciones en algunas zonas del país sigue siendo una barrera para la inclusión financiera y digital. Como surge de los datos de la ENDUTIH, mientras que la penetración de Internet en la Ciudad de México es de 86%, la brecha es evidente en zonas como Guerrero (53.6%), Oaxaca (47.4%) y Chiapas (38.4%).
Aun así, se espera que las fintech y los bancos tradicionales continúen fortaleciendo sus alianzas, creando modelos de negocio híbridos que combinen lo mejor de ambos mundos. Esta integración permitirá ofrecer a los clientes una experiencia financiera más completa y personalizada.
Por ejemplo, desde NIC México explican que aunque aún en una etapa incipiente, el concepto de finanzas descentralizadas (DeFi) está ganando tracción en México. Las plataformas utilizan tecnologías blockchain para ofrecer una amplia gama de servicios financieros, como préstamos, intercambios y ahorros, sin la necesidad de intermediarios tradicionales.
Mientras que las opciones de pago sin contacto se popularizan, tecnologías como la biometría y el reconocimiento facial, por ejemplo, permitirán a personas sin documentos identificarse y acceder a servicios financieros.
Pero, a mayor conectividad e inclusión financiera, mayores son los riesgos de ser víctima de amenazas informáticas. Estas nuevas tecnologías también permitirán mejorar la detección de fraudes, personalizar los productos y servicios, y crear nuevos modelos de negocio basados en la confianza y la transparencia.
La ciberseguridad es otro aspecto crítico que debe ser abordado. Las fintech deben invertir en tecnologías de seguridad avanzadas y educar a sus usuarios sobre las mejores prácticas para proteger su información personal y financiera. La confianza en los servicios que ofrezcan los neobancos es fundamental para su adopción y crecimiento, y la seguridad debe ser una prioridad.
Eso implica que las fintech deberán impulsar la educación financiera, para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas. Al mismo tiempo deben invertir en medidas de seguridad robustas para proteger los datos de sus clientes.
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