La transformación digital que experimenta Latinoamérica ha impulsado la búsqueda de soluciones tecnológicas cada vez más eficientes y ágiles. En este contexto, el Edge Computing se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas en América Latina.
Al trasladar las cargas de trabajo al borde de la red, organizaciones de todos los tamaños pueden reducir costos operativos, mejorar la seguridad de los datos y desarrollar nuevos servicios con mayor rapidez. Además, el Edge Computing está impulsando la transformación digital en sectores clave como la manufactura, la energía y la salud.
Este crecimiento se explica por varios motivos. En los últimos años, una mayor conectividad y el despliegue de redes 5G han proporcionado la infraestructura necesaria para soportar este tipo de aplicaciones.
Sectores como la manufactura, la logística y la salud requieren soluciones de baja latencia para optimizar sus operaciones. A la vez, la demanda en tiempo real, y el Internet de las Cosas (IoT) generan cada vez más una necesidad mayor de procesar grandes volúmenes de datos de manera eficiente.
En este contexto, según IDC, América Latina es una de las regiones que está aumentando su inversión en las tecnologías en el borde. Para 2024, se espera que alcance los US$ 8,573 millones, con una tasa de crecimiento compuesta anual (CAGR) para la región de 16%.
Para la consultora, el mayor impacto en torno a estas cifras estará marcado por innovaciones como IA, vehículos autónomos, el IoT robótica, o la realidad aumentada.
El Edge Computing consiste en desplazar el procesamiento de datos desde los centros de datos centrales hacia los extremos de la red, es decir, más cerca de donde se generan los datos. Esta descentralización ofrece una serie de ventajas significativas.
Al procesar los datos localmente, se eliminan los tiempos de respuesta, lo que reduce la latencia, crucial para aplicaciones en tiempo real como la realidad aumentada, los vehículos autónomos y la industria 4.0.
De esta manera, al descargar los centros de datos de tareas intensivas, se libera capacidad de ancho de banda para otras aplicaciones. Al mismo tiempo, mantener los datos cerca de su origen, reduce el riesgo de ataques cibernéticos y facilita el cumplimiento de normativas de privacidad.
Cuando hablamos de la infraestructura Edge se identifican tres subdivisiones. La primera es el Nivel Endpoint, en donde el objetivo principal es la captura de los datos. El segundo nivel sería el de borde distribuido en donde se encuentra la estructura Edge de procesamiento básico de datos, que es el conjunto de integración con las plataformas computacionales TI. Por último, a nivel Core, están las instalaciones de centros de datos distribuidos geográficamente, directamente vinculados a esos centros de datos central y a la Nube.
Por las posibilidades que supone para el mercado de TI, su implementación es cada vez más extendida. De acuerdo con los pronósticos mundiales de IDC, para 2024 se espera que 50% de la infraestructura digital mundial esté en el borde y, para finales de este año, habrá 39 millones de dispositivos IoT conectados al Edge.
La industria latinoamericana se encuentra en un punto de inflexión donde el Edge Computing ha encontrado un nicho particular en diversas aplicaciones industriales.
En el mantenimiento predictivo, por ejemplo, sensores IoT instalados en equipos críticos recolectan datos en tiempo real, que son analizados en el borde para detectar anomalías y predecir fallas antes de que ocurran, minimizando así los tiempos de inactividad y los costos asociados.
En el control de calidad, el Edge Computing permite implementar sistemas de visión artificial avanzados que inspeccionan productos en línea de producción, identificando defectos de manera rápida y precisa. Esto se traduce en una mejora sustancial en la calidad del producto final y una reducción en los costos de reproceso.
La automatización industrial también se beneficia enormemente de esta tecnología. Robots colaborativos, capaces de trabajar junto a los humanos, pueden tomar decisiones en tiempo real basadas en los datos recopilados en el borde. Asimismo, el control de procesos industriales se vuelve más eficiente gracias a la optimización en tiempo real de variables como la temperatura, la presión y el flujo.
Los desafíos Edge Computing para América Latina
A pesar de las numerosas ventajas, su adopción en la industria latinoamericana enfrenta algunos desafíos.
Para IDC, no hay que dejar de lado la relevancia de la conectividad en lo que ocurrirá los próximos años. Todo indica que la implementación de 5G agregará aún más capacidades a la Nube en el borde e impulsará las inversiones que trasladarán más servicios a la periferia y crearán un mercado para los servicios virtualizados.
A partir de ese escenario, los especialistas creen que el Edge incrementará la necesidad de implementar y administrar un creciente rango de infraestructura basada en el borde, código y conjuntos de datos a través de ubicaciones geográficas dispersas, vinculadas a recursos de Nube centralizados.
Por lo tanto, el monitoreo y la gestión de un portafolio de activos y servicios de vanguardia en rápida expansión se transformará en una prioridad absoluta.
Sin embargo, hay que ponderar entre las necesidades la falta de infraestructura de conectividad en algunas regiones, la escasez de profesionales especializados y las preocupaciones relacionadas con la protección de los datos en el borde es un desafío clave, ya que los dispositivos Edge pueden ser vulnerables a ciberataques.
Aún así, las oportunidades están abiertas. El crecimiento de la industria manufacturera, los incentivos gubernamentales y la disponibilidad de soluciones más accesibles tarde o temprano terminarán impulsando la adopción de esta tecnología.
Si quieres saber cómo integrar Edge Computing, contáctanos aquí para conocer cómo en MCM Telecom podemos optimizar tus operaciones de logística y abastecimiento.