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Las enseñanzas que nos dejó la pandemia del COVID-19 sacudieron a todo tipo de organización, y sin duda el sector salud fue el primero en adaptarse a un nuevo orden tanto en lo operativo como en lo administrativo. 

De cara al futuro podemos pensar en distintos aspectos que pueden observarse como indispensables en este sector y la relación que lleva con una necesaria y permanente transformación digital. 

Así, podemos observar varios retos clave como lo son: 

En 2023 el sector financiero, sin importar que se trate de las Fintech, banca de crédito y/o inversión, aseguradoras, afianzadoras, empresas de factoraje o las diferentes opciones de intermediarios financieros no bancarios presentan en mi opinión 4 puntos delicados para su crecimiento, y, en el caso más extremo para su mismísima supervivencia.

La experiencia del empleado (EX) se ha convertido en un factor clave para el éxito de las empresas modernas, ganando protagonismo frente al enfoque tradicional de recursos humanos. En un mundo cada vez más conectado y competitivo, es fundamental adaptarse a las necesidades y deseos de los empleados para atraer y retener el talento.

En la era digital actual, los datos son uno de los activos más importantes de la empresa. Todos los procesos dentro de las organizaciones dependen de los datos, desde las relaciones con los clientes hasta la gestión directiva. Los datos continuarán creciendo a un ritmo exponencial y las empresas constantemente se enfrentan al reto de almacenarlos y gestionarlos. Es aquí donde los centros de datos juegan un papel importante. 

Blockchain en el sector educativo: Una forma segura y eficiente de proteger la identidad

Una de las consecuencias de la transformación digital es que la disponibilidad de talento para las nuevas funciones y procesos es escasa. A pesar de que muchas personas han tomado el reto de aprender y actualizarse frente a la tecnología, es una realidad que la oferta de personal calificado no ha crecido al igual que la demanda.